jueves, 27 de noviembre de 2008

Fructuosa López, la sobrina de Juan Domingo Perón: “Llevo la patagonia y el peronismo conmigo”

Por Marcos Saldaña



Una familia con un gran reconocimiento político y social, que destiñe indicios de sus historias sin contar por toda la patagonia y el país entero. Una familia que sigue manteniendo el apellido presente. Huilliches, en busca de nuevas historias, conoció a una sobrina del ex presidente de la Argentina, que hoy vive en Patagones.










Cautivantes historias nunca antes contadas, como la de Fructuosa López, más conocida como María, nos atrapó en este recorrido periodístico. Nacida en la localidad de Pilcaneyeu provincia de Río Negro, María nos contó su historia y su relación con Juan Domingo Perón y su familia.


Del matrimonio de Tomás Perón y Juana Sosa nacieron dos hijos, Mario Avelino en 1891, y Juan Domingo en 1895. En el año 1899 la familia Perón se trasladó, desde la ciudad de Lobos provincia de Buenos Aires, a la Patagonia, precisamente a la provincia de Chubut en un pequeño asentamiento llamado Camarones. En esos años, el lugar tenía muy pocos habitantes.


La familia instalada allí, adoptó a una pequeña niña llamada Carolina Calfín, quien fue entregada a la familia Perón por sus propios padres dado que éstos vivían en la indigencia y no podían mantenerla.

Aquí nace esta historia, una nueva integrante en la familia y por lo tanto hermana de crianza de Juan Domingo. Si bien, María no es sobrina directa del ex presiente, sino por parte de su madre quien fue adoptada por la familia, tuvo algunos encuentros con el ex General. Recuerda María, con sus 87 años de edad, cuando lo conoció a Juan D. Perón y cuando estuvo en el cumpleaños 92 de Juana Sosa, allá en un campo de Comodoro Rivadavia. Doña Juana, tan “gaucha como ella sola”, recuerda María, destacando la capacidad que tenía la madre del ex presidente de la República para los quehaceres del campo.

Cuenta María, atentamente y con la mirada perdida en aquellos años como queriendo contar con lujos de detalle aunque su larga edad se lo niegue, que Juana, que vendría a ser su abuela de corazón, acostumbraba a vender panes al lomo del caballo y que todo el día estaba ocupada con alguna que otra cosa.

Agradece una y mil veces la actitud de la familia Perón de adoptar a su madre, Carolina Calfín, por criarla y permitirle salir adelante, cuenta que su madre le habría confesado que la familia era lo más sencilla que uno pueda imaginarse, aún cuando su hijo, Juan Domingo llegó a ocupar el sillón de Rivadavia. De allí, de vivir en las llanuras de la Patagonia abierta de campos, nació esta historia, la de la hermana de crianza de Perón y por lo tanto de una sobrina de corazón, María López.

Carolina, la mamá de María, vivió allí junto a la familia Perón, en una modesta casa de chapa y madera, propia de la Patagonia, que se situaba sobre la calle Estrada, aunque en el año 1982 un incendio la destruyó por completo.


“Recuerdo aquél cumpleaños de doña Juana, cuando festejó sus 92, estábamos todos, todos los del pueblo, gente de Camarones, amigos de la familia, vecinos de algún que otro campo, ese fue el último cumpleaños de Juanita”, comentó tristemente María.

En este devenir, de la historia de la familia Perón que nos contó María con mucho entusiasmo y alegoría de mujer adulta, nos recordó aquel mes de octubre de 1945, cuando a Juan Domingo lo encarcelaron.

“Estábamos bajo bandera, en Comodoro, pidiendo por la liberación de Perón, había mucha gente, muchos no sabíamos lo que podía llegar a pasar” manifestó María sosteniendo su mirada en el tiempo.

Nacida allá en el año 1921 y con una memoria reluciente, María nos confesó que cuando Perón, finalmente, asumió la presidencia los pueblos de Comodoro Rivadavia se vistieron de fiesta. Ella misma afirma que cuando a los pocos días que Perón asumiera, fue hasta la casa de Juana Sosa, abuela de corazón, a felicitarla y compartir su alegría por quien se había criado con su madre.

Cuando María conoció a Juan Domingo, es decir su tío de corazón, éste ya era presidente. En uno de esos viajes de Perón, María tuvo la oportunidad de estar cara a cara con quien sería el hermano de crianza de su madre. “Es por eso que llevo la Patagonia y el peronismo conmigo”, afirmó.

Alto, muy respetuoso, un hombre imponente, pero con sinceridad en sus ojos muy llamativa, recuerda María detalladamente.

Historias de vidas que se entrelazan, por uno u otro motivo, en este caso el de la solidaridad de adoptar a una joven.

En ningún momento María dejó de recordar aquellos años de auge de la Argentina con Perón siendo presidente. Sus ojos explicaban lo que no podía con las palabras y con sus manos, pero siempre dejando en claro su cariño y respeto hacia Juan Domingo y hacia su familia, aquella que había criado a su madre.

Si bien no fue mucho el tiempo que la familia Perón vivió en Camarones, la joven Carolina Calfín los acompañó hasta su adolescencia, donde comenzó con un nuevo rumbo, sin perder contacto con sus familiares de crianza.

María sólo es una sobrina de corazón de Juan Domingo, pero su sobrina real María Juana aún vive, allá en aquellos pagos del sur, en Comodoro Rivadavia. Lo casual es que María Juana, nació en el mismo año que María López.

Ambas de 1921, y con una historia que las une, el ser parte de la historia de la familia de Perón, ser del sur, de Chubut, y de haber vivido esos años de auge del peronismo en la Argentina.

Hoy María vive en Carmen de Patagones y nuca olvida aquellos años vividos en la Patagonia, entre campos y animales, ni mucho menos esa relación con la familia Perón, sus acercamientos y relaciones hacia ellos.







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