Dueño de una extraña manera de trasmitir a partir de la literatura, con un estilo que roza el absurdo, el derrotismo y la ironía, Abud ha ido construyendo su propia identidad literaria con la complicidad de sus lectores-oyentes, casi como esos olvidados escritores “de culto”.
Café de por medio, la entrevista fue en un bar céntrico y la persona dio lugar al personaje y viceversa.
El principio de todo
- Como te vinculas a la literatura?
- Desde lo interno. Cuando murió mi viejo hubo un cambio interno y una de las manifestaciones fue empezar a escribir un poema que era mitad la canción de Sui Generis, “Ocasos de un rey imaginario”, y cambié la letra por un poema mío. Yo era el rey de ese lugar, por la cuestión de mi viejo. Y ahí empecé
- Empezaste con un plagio…
- Empecé plagiando (risas) pero después tuve una experiencia con una chica porque me había gustado la idea
- ¿La chica o el plagio…?
- Las dos cosas… y agarré un poema de Neruda que había cambiado algunas cosas y se lo mandé. Pero a la chica le encantaba Neruda y me descubrió, y de la vergüenza que me dio nunca más lo hice. Por eso ahora cuando le regalo algo a alguien le pongo el nombre abajo.
- Lo que se hace habitualmente, ¿no?...
- Si (risas)
- Dentro de la literatura como te definís ¿como un narrador, como un poeta, como un escritor?
- Me defino como un sinvergüenza, digamos… no, últimamente no escribo más poesía; la narración es una forma literaria que me gusta y me da posibilidad de explayarme en distintas cosas que en la poesía no se puede. A mi me gusta más contar cosas que elevar cosas. Y la poesía es para embellecer una realidad, en cambio los relatos son para mostrar una realidad. Y me gusta más eso.
- El 95 por ciento de lo que has escrito, o de lo que yo he leído, aparece Lihuen. ¿Cómo surge Lihuen como personaje?. ¿Es un personaje, es tu alter ego, se convirtió en un personaje?
- No, en mi país me enseñaron a valorar lo nuestro y lo de los otros. Cuando yo empecé a ir de un lado al otro empecé mimetizándome con el lugar como para aprender de él y crecer. Entonces nació la identificación con un nombre mapuche que fue Am Lihuen, que significa amanecer al alma. Ahí nació, ya conociendo un poco la Patagonia. Después aparecí en Viedma y en un taller literario empezó Lihuen y me gustó y lo seguí representando. La idea es un personaje que por lo menos la identidad del hombre es de acá; la forma de pensar y todo eso ya escapa un poco alo patagónico y tiene un poco de porteño, de uruguayo
Nacido en la Ciudad Vieja de Montevideo, el barrio más antiguo del río de la Plata, Miguel deambuló por muchos lugares y por algún infierno hasta recalar en la comarca. Trajo lo que mamó en su Uruguay natal, su identidad y sus raíces crecieron en su lugar. Dice que maduró y creció en sus viajes por la Patagonia, y que ama este sur profundamente con sus tiempos y pausas.
- Vuelvo a Lihuen, eso de ponerlo como primer y casi único personaje ¿puede ser una forma de catarsis?
- Por supuesto. Yo creo que ningún escritor escribe abstraído de su persona. Lo mismo cuando relata sobre un personaje también habla de él a través de su personaje el filtro que hace todo ser humano cuando escribe es a través de sus propias emociones que le causa el personaje. Y en lo de catarsis es así; digámoslo crudamente: a mí la literatura me salvó la vida o sea que estoy muy agradecido y la uso para expresar lo que siento.
- La usas o te usa?
- Bueno, es un ida y vuelta.. Digamos la literatura soy yo, escribiendo lo que siento.
- ¿Cómo definís tu literatura? Porque tiene mucho de absurdo como estilo, de cotidiano.
- Yo no soy bueno definiendo, pero creo que tiene humor porque soy un convencido de que las cosas más duras cuando se cuentan con humor se difieren mejor y tiene humor porque yo vivo mi vida con humor. Y también tiene cosas sociales porque a mi me pega. Tiene todo lo que soy yo.
Miguel, Lihuen y la política
- Bueno hay quienes reconocen a Aristóteles y quienes no. El dijo que todo ser humano es un animal político. Hay quienes son capaces de tener una mirada crítica hacia la realidad y quienes no se animan. Pero soy un convencido de que la literatura no puede escaparle a ningún tema, a ninguno. Y la realidad social es uno de los temas. No le puede escapar al amor, a lo filosófico, a lo psicológico.
- Tenés un posicionamiento ideológico claro y definido, sin embargo convivís en un sistema absolutamente opuesto a ese posicionamiento. ¿Pensas que hay incongruencia entre tu vida y tu obra?
- Bueno, necesariamente tengo que vivir en contra de mi ideología porque no hay ningún país donde exista un gobierno humanista. Entonces desde ya me tengo que adaptar. La idea es como utilizar al sistema y que el sistema no te utilize a vos. Yo lo uso pero a mi el sistema no me mete nada en la cabeza.
- Vos defendes abiertamente lo que es un régimen comunista, caso concreto de Cuba. ¿No hay de ingenuidad en vos?. Porque seguramente si vivieses en Cuba serías diferente y por ende serias perseguido por el régimen…
- Eso no lo sabemos; defiendo la ideología cubana por sobre cualquier otra marxista que hubo en la práctica, pero sin dejar de ser crítico a ese sistema pero comprendiendo el contexto mundial. Es muy fácil que nos entre el discurso capitalista de pensar que no hay libertad en cuba, o derechos humanos y quizá Cuba sea más humanista que cualquier país de Latinoamérica el problema es que los medios manejan la realidad entonces desde el vamos va perdiendo cuba. Pero en la práctica vemos que los mejores médicos son de cuba, por ejemplo.
- Nadie puede obviar la perversión del sistema yanqui. Ahora eso amerita las persecuciones por ejemplo a Lezama Lima o ¿cómo vivís esa contradicción?
- Para llegar a lo que llegó cuba necesariamente debía extirpar determinados enemigos utilizados por el enemigo que era el imperio y todos sus obsecuentes. Para hablar de eso hay que decir que Cuba estaba aislada. La censura es mala la haga quien la haga, pero los logros que se consiguieron si bien no justifican todo eso nos hablan de que hay otra forma de hacer política que no es la del consumismo.
- Volvamos a la literatura, ¿Qué me decís del presente de la literatura de la comarca?
- El presente de la literatura es como el presente de la comarca. Todo se maneja a través de lo estatal. Los escritores que han podido editar es porque se han pagado sus propios libros o porque han tenido el apoyo estatal. Sin eso es muy difícil.
- Ahora, el medio estatal, ¿apoya, o digita?
- Y seguro. Hay un problema no solo tenés que escribir medianamente bien sino que además tenés que salir a vender si querés publicar, a mostrar lo que haces. Hay escritores nobles que he leído cosas y me gustan mucho, pero no salen a mostrar lo que hacen
- A quien destacas?. ¿A quien, si tuvieras la plata, le pagarías la edición de un libro?
- Bueno… Facundo Toledo, Juan Estrade,
- ¿Y de los consagrados Miguel?, Bah, de los que editan…
- A mi me gustan un par nomás, y algo. Me gusta Nito Fritz, me gusta en parte Nanti, Moscoloni… ¿estamos hablando de literatura verdad?
- Sí…
- Bueno, Moscoloni me gusta como escribe… y ahí…
- Vos estas convencido de que lo que haces es literatura
- No, yo dudo de todo, como Descartes. Pero de lo que no dudo es que si hago un recital de cuentos y la gente va es porque a ellos les gusta. Y si lo puedo seguir haciendo lo voy a hacer. El día que no vayan más nadie me voy a replantear
- ¿Como empezaron los recitales?
- Soy uno de los que empezaron con esto. Después lamentablemente fui uno de los que siguió por cararrota. En realidad todo empezó en el taller de Juana Porro en la universidad. Eramos un grupo de nueve que formamos “Abrapalabra”. Nos juntamos y si fue, es por Juana.
- Importante Juana como formadora ¿no?...
- Si, yo la rescato mucho. Porque además vi como enseña en la universidad la respeto mucho.
- ¿Cómo definís lo que escribís?. Si tenés que definir tu estilo, por donde andas? Por ejemplo, lo de García Márquez se definió como realismo mágico, Cortazar dentro de lo fantástico.
- Yo escribo lihuenadas… no se como decirlo. Escribo cuentos, lo que salga, en realidad nunca me plantee escribir esto o aquello. Tampoco me plantee el para quién
- Y el asunto de la técnica te lo planteas?
- Si, la técnica en los talleres literarios me sirvió para modificar y crecer. Yo recomiendo mucho los talleres literarios porque ahí empieza el ida y vuelta, y eso es fundamental porque si no tenés ida y vuelta podes creerte el mejor o el peor y por ahí estas equivocado.
- Y a Lihuen lo podes definir
- Lihuen es un bohemio idealista, que vive.
- A vos no te gusta mi definición de Lumpen
- Si, porque lumpen está asociado al proceso marxista, del lumpen proletariado que vivía a costillas del proletario. Lihuen no vive a costillas de nadie, el vive… sí está con alguien hoy, mañana puede que no esté. Porque es libre
- Y vos?
- Yo también, pero estoy un poquito más pendiente de mis necesidades básicas. Pero Lihuen, como es un personaje, no tiene necesidades de comer porque sabe que me pide y yo le doy.
- O sea que el que encaja dentro de la definición de lumpen sos vos…
- (sonrisas) Nooo, tampoco. Menos, porque tengo que trabajar. Lihuen también trabaja pero a el se le canta las bolas irse y se va a la mierda. Y chau, y yo no, tengo que pensarlo diez veces.
A pesar de sus pausas y sus tiempos, Miguel es lo que se dice un escritor prolifico. Tiene listos mas de 100 cuentos, un libro de poesías, una novela, un libro de aforismos y una obra de teatro.; ha hecho casi 30 recitales de cuentos, está por largar su primer CD de cuentos grabados y hace radio.
- ¿Y la radio?
- Y, la radio es un recital todos los días… es otra veta que a mi me encanta. Yo tengo dos pasiones que son la literatura y la radio. Bah, ahora tengo dos, tenia tres pero para el deporte estoy muy viejo.
- Y las mujeres…
- No eso no es una pasión. Es el sentido de todo. O sea todo lo que hacemos, como han dicho tantos, es buscar la felicidad y la felicidad se busca de a dos.
- Bueno, podría no ser una mujer también…
- No claro. Yo no dije hombre o mujer. Yo puedo ser homosexual y a nadie le importa.
- No, claro… y Lihuen?
- No, Lihuen es más mujeriego que yo. Pero siempre le pasan cosas raras con las mujeres… casi como yo
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