jueves, 21 de agosto de 2008

Cárceles: El día depués




Por Yanina Miranda




Dibujos: Por Ramiro Vitanzi


Las cárceles argentinas se ven afectadas por un crecimiento poblacional elevado junto con un gran problema de reincidencia.


Según la referencia del Censo Nacional Penitenciario del año 2004, ya que datos más cercanos a la fecha no han sido publicados, hay 54.432 personas privadas de su libertad de las cuales el 95% son hombres. El mismo censo señala que, en relación a la reincidencia, hay un alto porcentaje en diferentes lugares del país que supera el 50 %.



Otro número llamativo en este tema es el que elaboró el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) el cual dice que entre 1996 y 2006 la población carcelaria aumentó casi el 80 %.
Estos datos pueden darnos lugar a plantearnos una pregunta inicial: ¿Para qué sirve la cárcel?.



Un punto de vista posible es el de la presidenta del Instituto de Asistencia a Presos y Liberados, Miriam Saigg, quién dijo a Hüilliches que “el sistema carcelario no cumple la función que debería, que es la reinserción social. Las cárceles deberían ser lugares en donde los internos puedan desarrollar alguna actividad, no mirar todo el día el techo. Una actividad como por ejemplo puede ser la agricultura y a la vez ayudarían con eso a sus familias, realizando ese tipo de actividad”.



Con respecto a la reinserción social hemos dicho que hay un alto grado de personas que salen de la cárcel y vuelven a delinquir y esto se debe no solo a la poca formación de la persona privada de su libertad, sino que también involucra una cuestión social, un pueblo que estigmatiza y dificulta el futuro de una persona que es liberada.



“Los talleres, el estudio, hay varias cosas que se realizan dentro de la cárcel pero no alcanza”, explicó Miriam Saigg y agregó: “Todos tenemos que darnos cuenta de las cosas que pasan; tenemos que hacernos cargo de lo que vemos, participar”, en relación al rol que debe cumplir la sociedad frente a esta situación.

Leyes invisibles



El artículo 18 de la Constitución Nacional dice que las cárceles deben ser “sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas”.
Esto mantiene su texto ¿sin variantes desde 1853? También sin variantes, el artículo es violado en todas las cárceles del país.



El nivel super poblacional supera en casi todo el país el 60 %, por lo tanto las condiciones de salud e higiene no son las que deberían ser.


También si los datos sobre las personas que vuelven a delinquir son altos, significa que la “reinserción social” que deberían cumplir los centros penitenciarios tampoco se esta llevando a cabo.



La norma 3.228 de la Provincia de Río Negro establece que las sociedades estatales y organismos públicos deberían asignar un cupo no menor al 5 % para quienes cumplieron su condena o lo están por hacer. Esta norma entro en vigencia el 27 de octubre de 1998 y hasta la fecha muy pocos organismos la implementaron.



La ley 24.660 trata varios artículos como normas de trato, prevé la asistencia social y postpenitenciaria de las personas privadas de su libertad.



Se tratan de normas y leyes que tienen como fin la reinserción social para que la persona no vuelva a caer en las mallas judiciales, pero que en la practica y en los resultados no se refleja.

“La vida es la cárcel con las puertas abiertas”

Hüilliches, respetando una de las reglas de este oficio, buscó un testimonio directo y entrevistó a una persona que conoce la realidad de la cárcel desde adentro.
Esta persona, a quién identificaremos simbólicamente como “X”, pasó 8 años de su vida en diferentes cárceles argentinas. Su primera instancia fue la cárcel de Caseros, en la Capital Federal que fuera declarada por los Derechos Humanos como insalubre y actualmente esta cerrada.



“X” contó a Hüilliches que estuvo en cuatro cárceles diferentes, definiendo su derrotero como “un verdadero Tour carcelario” y explicó que este “Tour” se debió a que en su instancia como detenido, empezó a leer leyes y por ende a “joder” al sistema penitenciario y judicial.



“Cuando me condenaron me di cuenta de lo que era la justicia, comprendí como funcionaba; entonces empecé a asesorarme sin nadie, solo, porque en este sistema si no tenés guita no podes pagar a un buen abogado” y le dio voz a una sospecha del imaginario colectivo: “Los jueces, abogados, fiscales, son un grupo de amigos, se ponen de acuerdo entre ellos”.



Según “X”, la razón de que lo trasladaran de cárcel en cárcel se debió a su conocimiento de derechos; derechos que empezó a exigir e incluso ayudó a los demás a que exigieran. “Tenés dos tipos de quilomberos para este sistema penitenciario: los “tumberos”, que realizan motines, huelgas de hambre; y los quilomberos de papeles, que para el sistema son los peores porque no tienen excusa para reprimirte”. Pero explicó que muchas veces la única herramienta para que te escuchen es la violencia, comparando con la vida misma: “El gobierno no te escucha y eso es violencia y a esto se responde cortando la ruta que también es una forma de violencia”.



La superpoblación en cárceles y las condiciones inhumanas promueven a esta violencia al interior de las unidades, tanto en las personas alojadas como desde los funcionarios que emplean la violencia como mecanismos de control y disciplinamiento dentro de la cárcel. “X” contó a Huilliches que “me canse de ver la represión y el maltrato, pero esto sucede en las grandes cárceles, acá no; en las cárceles chicas es diferente, pero por ejemplo en Buenos Aires es terrible”.

¿La Libertad?

Cuando el preso sale, se encuentra con un mundo quizá diferente; un mundo al cual se debe amoldar y salir obligadamente de la rutina creada en los largos días de encierro. Ansioso de libertad se crea expectativas que luego, en la práctica, son borradas para la mayoría de los liberados. Y es cuando las puertas de la cárcel funcionan como puertas giratorias.



“Yo fui planificando mi libertad y a muchos no les pasa porque no tienen oportunidades o porque no se las crean. La mayoría de los que vuelven, lo hacen en muy poco tiempo. Salís y no tenés un mango y lo que aprendiste hacer es a ser delincuente”, dijo “X” guiándose por la experiencia de aquellos años de cárcel y por lo que vio en los demás.



“La sociedad es hipócrita”, agregó, explicando que “la gente se queja de que hay inseguridad pero también se quejan cuando se invierten en las instituciones penitenciarias y en los Patronatos del Liberado que funcionan en diferentes lugares del país. No se dan cuenta que si no reinsertas a los que van saliendo, estos se van multiplicando; los hijos, la familia, van a delinquir”.



Con todo esto nos viene a la mente la misma pregunta: ¿para que es la cárcel? ¿Qué función cumple?.
“X”, desde su experiencia, nos da su respuesta: “Las caréceles son depósitos de personas que para esta sociedad y para este sistema son el justificativo para un montón de plata que nunca se sabe donde va a parar. Este sistema no quiere acabar con la delincuencia. Uno de los negocios que más guita da es la inseguridad”.

Balanza invisible

Las cárceles funcionan como un aislante de lo que el sistema define como “mal”.
En este sistema, no se intenta una reinserción social sino que se excluye, se margina, se aisla a la persona que no es funcional al funcionamiento mecánico de la sociedad o cuando una persona molesta e interviene en el fin que éste tiene.



Pero hay que aclarar que uno no esta excluido de la sociedad, sino del sistema en el cual se manejan las relaciones sociales aunque uno siempre es parte de la sociedad.



Hay una cuestión de necesidad de que las cosas estén así, y en parte puede ser por la inoperancia de las instituciones, pero también por otro lado existe un equilibrio que no se quiere modificar.



Entonces me corrijo: no se esta fuera del sistema, se está dentro y esa es la “función”.
Los datos están y son concretos. Se sabe que las cárceles fomentan más delincuencia, fomentan más pobreza; se sabe que hay un grado de analfabetismo importante, que los sistemas educativos están en crisis. Pero también se entiende que para solucionar el problema se requiere de políticas y fundamentalmente de inversiones económicas. En lugar de eso se invierte en seguridad, que significa crear otra cárcel exactamente igual a las que ya existen con los mismos errores y falencias; se venden mas armas legales e ilegales jugando justamente con ese enemigo invisible que en realidad es la pobreza y la falta de educación.



Un enemigo inventado por este sistema y que la sociedad contribuye para que el mal crezca.
Quizás pueda parecer una película de terror o un cuanto inventado por Edgar Allan Poe, pero no es así. Es la realidad visible, que se escucha y se siente.



Muchos tal vez no lo perciben por ignorancia, que también cumplen su función en el sistema: el de ser sordos, ciegos y mudos.



Pero los que intuimos qué pasa, de lo que se vive y viven muchos, nos quejamos frente a esa realidad aunque la pregunta siempre será ¿qué hacemos para cambiarla?

miércoles, 20 de agosto de 2008

El castillo Landalde y un pasado que no descansa


Por Marcos Saldaña



“Deberán protegerla, conservarla, porque la propiedad privada que debe respetarse se relativiza cuando se ejerce sobre algo que se encuentra insertado como testimonio de identidad de un pueblo. Dejar que la casa Landalde caiga en manos de quienes no la respeten o dejarla sometida a intrusos que la destruyan, es doloroso y Patagones no lo debe permitir”. Emma Nozzi, mayo de 1993.

Un poco de añoranza nunca esta de más cuando se trata de recordar el pasado y lo que hoy queda de él. Tampoco está de más recordar ese pasado como semilla de nuestro presente. Y en este recordar, el castillo Landalde es una parte muy significativa de nuestra historia y por eso rescatar su pasado es seguir construyendo el presente.

Lo que el pasado nos regala es lo que los antepasados de estas tierras supieron construir, con sus templadas ansias de progresar y su inquebrantable tarea de hacer de Patagones un paraíso histórico por entonces impensable, pero hoy real. Un paraíso donde se funde el pasado con el presente formando indescriptibles sensaciones. Por eso, y para mantener vivo ese pasado, debemos sumergirnos en él, tratando de situarnos en el tiempo y el espacio de aquellos maravillosos días en que el sol iluminaba lo que hoy es nuestra historia inmediata.
No es fácil narrar historias tan atractivas y enigmáticas al mismo tiempo como esta que hoy me ocupa, por lo menos en su totalidad. En este número recorreremos la vida de un tesoro histórico como es el popularmente denominado castillo “Landalde”.
No describiré únicamente lo que se ve a simple vista, sino que el intento será narrar aquello que usted muchas veces se ha preguntando. Esos interrogantes que la propia historia nos genera y de los cuales, muchos de ellos, se ha convertido en una auténtica mitología urbana.

El imponente Palacio Landalde

Como en los párrafos de una novela de la “Belle Epoque” de fines del siglo XIX el majestuoso Palacio ubicado entre las calles Francisco Pita, Elsegood (continuación de calle Villegas) y Pérez Britos (continuación de Zambonini), no sólo muestra su fantástico pasado a través de su fachada sino que también nos atrapa con el sólo hecho de imaginarnos cómo será por dentro.
La inmensa arquitectura representa toda una época de oro de la economía regional, y la más grande construcción del siglo XIX realizada en Carmen de Patagones.
La familia Sassemberg, de origen europeo, fue la encargada de construir esta espectacular arquitectura de la cual no se conoce la fecha exacta de su creación, pero si podemos asegurar que fue entre los años 1880 y finales de 1913, en vísperas de la Primera Guerra Mundial.
El “palacio” fue víctima de la gran inundación de fines de 1899 en la comarca Patagones – Viedma pero a pesar de ello, y de que las aguas del río Negro llegasen a dos metros de altura en el interior, quedo intacto y se mantuvo en buenas condiciones.
Sin dudas, la belleza del palacio Sassemberg, que luego trascendería como el Castillo Landalde por la familia que lo compraría posteriormente, es la estructura arquitectónica más imponente de todo el Poblado Histórico de Patagones.


Epicentro de la economía local

En las inmediaciones de lo que en un tiempo fueran unos ostentosos jardines, se construyeron las dos barracas más grandes del pueblo de Patagones, que eran utilizadas para el acopio de lanas y cueros que tenían como destino final a Europa.
Estas grandes cantidades de productos primarios exportadas al viejo continente significaron para Patagones y la región un gran impulso y crecimiento de la economía, dado que no sólo se beneficiaba el partido de Patagones, sino también la Línea Sur de Río Negro y todo el Valle Inferior desde donde era traída la materia prima.
Estas cargas eran posibles gracias a la apertura del puerto de Patagones a partir de 1880. Allí se recibía la producción de los distintos puntos regionales para luego ser transferida a las barracas. Una vez ahí, se acopiaban grandes cantidades de lana para ser enviadas a Buenos Aires, o directamente hacia el puerto alemán de Hamburgo.

La primer huelga del sur argentino

El gran esplendor de la empresa que funcionaba en las barracas del palacio comenzó a entrar en decadencia con la apertura del puerto de San Antonio Oeste, dado que toda la producción se comenzó a enviar hacía ese nuevo punto estratégico de exportación e inclusive la familia Sassemberg se trasladó allí.
La situación se tornaba difícil para los trabajadores, quienes organizaron una huelga, allá por 1907, en reclamo de sus fuentes de trabajo convirtiéndose en la primera huelga del sur argentino.
La realidad era cruda, la empresa se trasladó a San Antonio, motivo por el cual la familia Sassemberg puso el palacio en venta.

El inicio de una nueva etapa con sus nuevos dueños

Con esta situación de crisis de la empresa Sassemberg en Patagones por el traslado a San Antonio Oeste, la imponente arquitectura estaba a la venta.
No pasó mucho tiempo hasta que la familia Landalde, de Buenos Aires, accedió rápidamente a adquirir el hermoso “castillo”, radicándose en Carmen de Patagones.
No podemos dejar de mencionar sus grandes muros de ladrillos descubiertos, sus pisos de pinotea, los retoques interiores con maderas de roble, los empapelados lujosos que ornamentan las paredes y los mármoles que también destacan el lujo de aquella época. Sin dudas, los grandes salones, como la sala de baile dan cuenta de innumerables reuniones y fiestas allí realizadas por la familia, con los más destacados funcionarios y músicos y lo más granado de la sociedad maragata.
Las cuarenta habitaciones, las cocinas, los locales de servicios, los inmensos subsuelos y sus bodegas, expresan claramente la fortaleza arquitectónica de fines de siglo XIX, con materiales, en su mayoría, importados especialmente desde el viejo continente.
Unos grandes detalles, hasta los más mínimos, hacían que el palacio aflore belleza y atracción, pero como consecuencia del paso del tiempo y tal vez un poco de descuido, aportaron para que esta perla arquitectónica se vea desgastada, casi abandonada.
Más allá de seguir atentamente esta narración, usted en este momento estará intentando imaginarse aquellos años, o por lo menos esa es mi meta a través de estas líneas: dejarle una impresión de lo que significa esta maravilla maragata, intentando transportar tantos detalles de tan seductora historia.
En la imponente casona vivía junto a su familia, desde los 15 años de edad, Leonor Landalde, una joven mendocina. Allí vivió su adolescencia y adultez, rodeada de importantes figuras maragatas. El destino, tan especial, dictó que Leonor contrajera matrimonio con el capitán de fragata Eduardo Nicolás Otaño.
Pero no se puede continuar con este relato, sin mencionar los gratos recuerdos de los que Leonor y su marido Eduardo fueron partícipes, como esos maravillosos días de gala junto a la sociedad de Patagones, en donde se compartían largas horas de excelente música despedida en el aire por la vitrola o por las mejores combinaciones de notas que las orquestas ofrecían para tan agradables momentos como aquellos días en que el salón de baile era el principal testigo de admirables armonías que interpretaba el bahiense Carlos Di Sarli, músico de renombre internacional en la escena del tango argentino y gran amigo del matrimonio.
Pero no todo fue fiesta y bellos recuerdos para la familia Landalde – Otaño, ya que quince días después de haber agasajado con las más significantes notas musicales del tango el querido y apreciado Carlos Di Sarli falleció, dejando de luto a la música argentina.
Profundizando un poco más en la destacada figura de Leonor Landalde, que fue casi “una princesa en su palacio”, debo remarcar sus inquietudes literarias, su amistad con el francés Antoine de Saint Exupéry, creador de la obra “El Principito” reconocida a nivel internacional, aviador de renombre, pasión que compartía con Leonor Landalde quien se transformó en la primera mujer que representó a las argentinas en un viaje inaugural del servicio de Aeroposta entre la ciudad de Bahía Blanca y la ciudad sureña de Comodoro Rivadavia.
La gran familia de Leonor estaba conformada por renombrados, empresarios, yfuncionarios políticos como el ex gobernador de la provincia de Chubut.
Los nuevos dueños, los recordados “Landalde”, habitaron la casona hasta el año 1943 aproximadamente, época de grandes cambios en Argentina y por supuesto también en Patagones.

Un nuevo capítulo en la historia del “Castillo”

Atrás habían quedado las grandes reuniones de gala en el principal salón del palacio, atrás había quedado la adolescencia de la joven Leonor y sus mejores momentos y recorridas por el pueblo maragato, porque la familia había puesto en alquiler la gran casona.
Desde aquellos años, mediados de la década del ´40, el palacio se convirtió, provisoriamente, en la sede de los efectivos militares del Distrito Militar 66 que funcionó allí hasta 1952, cuando dicha sede inauguró sus instalaciones en la vecina ciudad de Viedma.
Luego de que la sede militar se trasladara a Viedma, Leonor regresó allí, a su maravilloso lugar, al palacio, donde disfrutó sus últimos días añorando viejos recuerdos.
Como en una inusual novela de época, el capítulo final de esta historia conlleva una desolación impensada por aquellos habitantes. El paso del tiempo, refleja el abatimiento de su estructura. Un lugar espléndido, una de las siete maravillas de Patagones, es víctima de un desgaste edilicio por consecuencias del paso del tiempo.
Junto a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, el puente ferrocarretero, el Fuerte del Carmen, el Cerro de la Caballada, las Cuevas maragatas que habitaron estas tierras, el Castillo Landalde conforma, según mi criterio, una de “las siete maravillas de esta ciudad”, sin descartar el resto, porque en sí, la historia maragata es una maravilla, aunque no tan apreciada.
Lo cierto es que como constituyente fundamental del desarrollo económico de la ciudad en aquellos años de auge, por sus cautivantes historias, por que es de los maragatos, por sus añorados años y por todo lo acontecido en su pasado, por los largos años, el castillo está en camino a ser expropiado por la Municipalidad de Patagones.
Bajo el expediente Nº 4084-4688/2008 ingresado al Honorable Concejo Deliberante del Partido de Patagones en mayo del corriente año se sancionó con fuerza de ordenanza la declaración de interés general y sujeto a expropiación el predio denominado como “Castillo Landalde”, ordenanza registrada bajo el Nº 234.
Un hecho realmente significante dado que la historia nos pertenece a todos los que habitamos, y a los que habitaron y aportaron en esta increíble novela, cuyos capítulos no se terminan de escribir.

Entrevista a Miguel Angel Abud, escritor local


Por Rolando Arrizabalaga




Hacer una entrevista conlleva, siempre, un leve estado de incertidumbre. Si a esto se suma que la entrevista es a un amigo la cosa se pone más tensa, pero si el nombre de ese entrevistado-escritor-amigo es Miguel Abud todo indica que es momento de estar atento porque la charla puede disparar para cualquier lado, y todo esto sin contar que, de un momento a otro, podría aparecer Lihuen, el personaje de sus cuentos.
Dueño de una extraña manera de trasmitir a partir de la literatura, con un estilo que roza el absurdo, el derrotismo y la ironía, Abud ha ido construyendo su propia identidad literaria con la complicidad de sus lectores-oyentes, casi como esos olvidados escritores “de culto”.
Café de por medio, la entrevista fue en un bar céntrico y la persona dio lugar al personaje y viceversa.

El principio de todo


- Como te vinculas a la literatura?
- Desde lo interno. Cuando murió mi viejo hubo un cambio interno y una de las manifestaciones fue empezar a escribir un poema que era mitad la canción de Sui Generis, “Ocasos de un rey imaginario”, y cambié la letra por un poema mío. Yo era el rey de ese lugar, por la cuestión de mi viejo. Y ahí empecé
- Empezaste con un plagio…
- Empecé plagiando (risas) pero después tuve una experiencia con una chica porque me había gustado la idea
- ¿La chica o el plagio…?
- Las dos cosas… y agarré un poema de Neruda que había cambiado algunas cosas y se lo mandé. Pero a la chica le encantaba Neruda y me descubrió, y de la vergüenza que me dio nunca más lo hice. Por eso ahora cuando le regalo algo a alguien le pongo el nombre abajo.
- Lo que se hace habitualmente, ¿no?...
- Si (risas)
- Dentro de la literatura como te definís ¿como un narrador, como un poeta, como un escritor?
- Me defino como un sinvergüenza, digamos… no, últimamente no escribo más poesía; la narración es una forma literaria que me gusta y me da posibilidad de explayarme en distintas cosas que en la poesía no se puede. A mi me gusta más contar cosas que elevar cosas. Y la poesía es para embellecer una realidad, en cambio los relatos son para mostrar una realidad. Y me gusta más eso.
- El 95 por ciento de lo que has escrito, o de lo que yo he leído, aparece Lihuen. ¿Cómo surge Lihuen como personaje?. ¿Es un personaje, es tu alter ego, se convirtió en un personaje?
- No, en mi país me enseñaron a valorar lo nuestro y lo de los otros. Cuando yo empecé a ir de un lado al otro empecé mimetizándome con el lugar como para aprender de él y crecer. Entonces nació la identificación con un nombre mapuche que fue Am Lihuen, que significa amanecer al alma. Ahí nació, ya conociendo un poco la Patagonia. Después aparecí en Viedma y en un taller literario empezó Lihuen y me gustó y lo seguí representando. La idea es un personaje que por lo menos la identidad del hombre es de acá; la forma de pensar y todo eso ya escapa un poco alo patagónico y tiene un poco de porteño, de uruguayo

Nacido en la Ciudad Vieja de Montevideo, el barrio más antiguo del río de la Plata, Miguel deambuló por muchos lugares y por algún infierno hasta recalar en la comarca. Trajo lo que mamó en su Uruguay natal, su identidad y sus raíces crecieron en su lugar. Dice que maduró y creció en sus viajes por la Patagonia, y que ama este sur profundamente con sus tiempos y pausas.

- Vuelvo a Lihuen, eso de ponerlo como primer y casi único personaje ¿puede ser una forma de catarsis?
- Por supuesto. Yo creo que ningún escritor escribe abstraído de su persona. Lo mismo cuando relata sobre un personaje también habla de él a través de su personaje el filtro que hace todo ser humano cuando escribe es a través de sus propias emociones que le causa el personaje. Y en lo de catarsis es así; digámoslo crudamente: a mí la literatura me salvó la vida o sea que estoy muy agradecido y la uso para expresar lo que siento.
- La usas o te usa?
- Bueno, es un ida y vuelta.. Digamos la literatura soy yo, escribiendo lo que siento.
- ¿Cómo definís tu literatura? Porque tiene mucho de absurdo como estilo, de cotidiano.
- Yo no soy bueno definiendo, pero creo que tiene humor porque soy un convencido de que las cosas más duras cuando se cuentan con humor se difieren mejor y tiene humor porque yo vivo mi vida con humor. Y también tiene cosas sociales porque a mi me pega. Tiene todo lo que soy yo.

Miguel, Lihuen y la política

- En todos tus cuentos hay una relación implícita con la política. ¿Cómo lograr vincular lo político sin caer en el panfleto?
- Bueno hay quienes reconocen a Aristóteles y quienes no. El dijo que todo ser humano es un animal político. Hay quienes son capaces de tener una mirada crítica hacia la realidad y quienes no se animan. Pero soy un convencido de que la literatura no puede escaparle a ningún tema, a ninguno. Y la realidad social es uno de los temas. No le puede escapar al amor, a lo filosófico, a lo psicológico.
- Tenés un posicionamiento ideológico claro y definido, sin embargo convivís en un sistema absolutamente opuesto a ese posicionamiento. ¿Pensas que hay incongruencia entre tu vida y tu obra?
- Bueno, necesariamente tengo que vivir en contra de mi ideología porque no hay ningún país donde exista un gobierno humanista. Entonces desde ya me tengo que adaptar. La idea es como utilizar al sistema y que el sistema no te utilize a vos. Yo lo uso pero a mi el sistema no me mete nada en la cabeza.
- Vos defendes abiertamente lo que es un régimen comunista, caso concreto de Cuba. ¿No hay de ingenuidad en vos?. Porque seguramente si vivieses en Cuba serías diferente y por ende serias perseguido por el régimen…
- Eso no lo sabemos; defiendo la ideología cubana por sobre cualquier otra marxista que hubo en la práctica, pero sin dejar de ser crítico a ese sistema pero comprendiendo el contexto mundial. Es muy fácil que nos entre el discurso capitalista de pensar que no hay libertad en cuba, o derechos humanos y quizá Cuba sea más humanista que cualquier país de Latinoamérica el problema es que los medios manejan la realidad entonces desde el vamos va perdiendo cuba. Pero en la práctica vemos que los mejores médicos son de cuba, por ejemplo.
- Nadie puede obviar la perversión del sistema yanqui. Ahora eso amerita las persecuciones por ejemplo a Lezama Lima o ¿cómo vivís esa contradicción?
- Para llegar a lo que llegó cuba necesariamente debía extirpar determinados enemigos utilizados por el enemigo que era el imperio y todos sus obsecuentes. Para hablar de eso hay que decir que Cuba estaba aislada. La censura es mala la haga quien la haga, pero los logros que se consiguieron si bien no justifican todo eso nos hablan de que hay otra forma de hacer política que no es la del consumismo.
- Volvamos a la literatura, ¿Qué me decís del presente de la literatura de la comarca?
- El presente de la literatura es como el presente de la comarca. Todo se maneja a través de lo estatal. Los escritores que han podido editar es porque se han pagado sus propios libros o porque han tenido el apoyo estatal. Sin eso es muy difícil.
- Ahora, el medio estatal, ¿apoya, o digita?
- Y seguro. Hay un problema no solo tenés que escribir medianamente bien sino que además tenés que salir a vender si querés publicar, a mostrar lo que haces. Hay escritores nobles que he leído cosas y me gustan mucho, pero no salen a mostrar lo que hacen
- A quien destacas?. ¿A quien, si tuvieras la plata, le pagarías la edición de un libro?
- Bueno… Facundo Toledo, Juan Estrade,
- ¿Y de los consagrados Miguel?, Bah, de los que editan…
- A mi me gustan un par nomás, y algo. Me gusta Nito Fritz, me gusta en parte Nanti, Moscoloni… ¿estamos hablando de literatura verdad?
- Sí…
- Bueno, Moscoloni me gusta como escribe… y ahí…
- Vos estas convencido de que lo que haces es literatura
- No, yo dudo de todo, como Descartes. Pero de lo que no dudo es que si hago un recital de cuentos y la gente va es porque a ellos les gusta. Y si lo puedo seguir haciendo lo voy a hacer. El día que no vayan más nadie me voy a replantear
- ¿Como empezaron los recitales?
- Soy uno de los que empezaron con esto. Después lamentablemente fui uno de los que siguió por cararrota. En realidad todo empezó en el taller de Juana Porro en la universidad. Eramos un grupo de nueve que formamos “Abrapalabra”. Nos juntamos y si fue, es por Juana.
- Importante Juana como formadora ¿no?...
- Si, yo la rescato mucho. Porque además vi como enseña en la universidad la respeto mucho.
- ¿Cómo definís lo que escribís?. Si tenés que definir tu estilo, por donde andas? Por ejemplo, lo de García Márquez se definió como realismo mágico, Cortazar dentro de lo fantástico.
- Yo escribo lihuenadas… no se como decirlo. Escribo cuentos, lo que salga, en realidad nunca me plantee escribir esto o aquello. Tampoco me plantee el para quién
- Y el asunto de la técnica te lo planteas?
- Si, la técnica en los talleres literarios me sirvió para modificar y crecer. Yo recomiendo mucho los talleres literarios porque ahí empieza el ida y vuelta, y eso es fundamental porque si no tenés ida y vuelta podes creerte el mejor o el peor y por ahí estas equivocado.
- Y a Lihuen lo podes definir
- Lihuen es un bohemio idealista, que vive.
- A vos no te gusta mi definición de Lumpen
- Si, porque lumpen está asociado al proceso marxista, del lumpen proletariado que vivía a costillas del proletario. Lihuen no vive a costillas de nadie, el vive… sí está con alguien hoy, mañana puede que no esté. Porque es libre
- Y vos?
- Yo también, pero estoy un poquito más pendiente de mis necesidades básicas. Pero Lihuen, como es un personaje, no tiene necesidades de comer porque sabe que me pide y yo le doy.
- O sea que el que encaja dentro de la definición de lumpen sos vos…
- (sonrisas) Nooo, tampoco. Menos, porque tengo que trabajar. Lihuen también trabaja pero a el se le canta las bolas irse y se va a la mierda. Y chau, y yo no, tengo que pensarlo diez veces.

A pesar de sus pausas y sus tiempos, Miguel es lo que se dice un escritor prolifico. Tiene listos mas de 100 cuentos, un libro de poesías, una novela, un libro de aforismos y una obra de teatro.; ha hecho casi 30 recitales de cuentos, está por largar su primer CD de cuentos grabados y hace radio.


- ¿Y la radio?
- Y, la radio es un recital todos los días… es otra veta que a mi me encanta. Yo tengo dos pasiones que son la literatura y la radio. Bah, ahora tengo dos, tenia tres pero para el deporte estoy muy viejo.
- Y las mujeres…
- No eso no es una pasión. Es el sentido de todo. O sea todo lo que hacemos, como han dicho tantos, es buscar la felicidad y la felicidad se busca de a dos.
- Bueno, podría no ser una mujer también…
- No claro. Yo no dije hombre o mujer. Yo puedo ser homosexual y a nadie le importa.
- No, claro… y Lihuen?
- No, Lihuen es más mujeriego que yo. Pero siempre le pasan cosas raras con las mujeres… casi como yo

Ricardo Marino: “El peronismo es un sentimiento, es algo que uno lleva adentro”


Por Rolando Arrizabalaga


“El peronismo es algo que uno lleva muy adentro”, dice Ricardo Marino y con esta frase se define a sí mismo y define de alguna manera estos largos años en la vida política que lo ubican en el lugar del concejal con más años dentro del Concejo Deliberante de Patagones.
Con pro y contras, con incondicionales y detractores, Marino a trascendido al tiempo, a propios y ajenos y, porque no, a sus propias limitaciones.
Hüilliches entrevistó a quien hoy es el concejal con más años dentro del Concejo Deliberante, un hecho único en la política local y uno de los pocos en el ámbito nacional solo tal vez equiparable con las sucesivas intendencias de Manuel Quindimil en Lanús.
A continuación una charla con un referente muchas veces criticado pero a la vez indiscutido del peronismo y de la política local.

Los comienzos, en Stroeder

Hijo de Evaristo duarte y de Rosa Marino, el pequeño Ricardo transcurrió sus primeros años en la vecina localidad de stroeder, en el interior del partido de Patagones. Allí acompañó a su padre, arriero de profesión. Y desde el principio también viene su ideología: “Yo vengo de familia justicialista. Desde Stroeder vine a vivir a Carmen de Patagones e ingresé a trabajar en un comercio importante de acá: P.Dichiara y Cía. En un paro que hubo en el año 70, con la CGT de Ignacio Rucci, en plena dictadura, yo solo tenía 17 años y hablé con mis compañeros a ver si podíamos adherir a ese paro para lograr un 20 por ciento de aumento. En conclusión de los 13 empleados, 11 adherimos al paro. La gente se preguntaba si había fallecido alguien por el negocio cerrado y ahí me conocieron como el autor de esa adhesión al paro”.
En esos tiempos de convulsión política e incertidumbres a nivel país, Marino comienza a erigirse como referente y en 1972, a instancias del legendario gremialista bahiense Ezequiel Crisol, es elegido con tan solo 19 años como Secretario General de los empleados de Comercio de Patagones.
“Yo no me animaba –contó Marino- porque no tenía experiencia; solamente la preocupación de hacer justicia y de lograr algo para mí y para mis compañeros. Tuve que aceptar el desafío, y el 22 de septiembre de 1972, asumí”.
A fines de ese mismo año en nuestro país comenzaron los movimientos para el retorno del general Juan Domingo Perón, exiliado en Paris, y Marino, peronista desde la cuna, no quedaría afuera.

El General, la Renovación y la política

“A partir de 1972 yo me empecé a acercar a la CGT de Patagones y al Partido Justicialista. Empecé a militar dentro del Peronismo y participé hasta que llegó el año 1983 donde ganó Alfonsín. A mi me dolió mucho eso y con otros compañeros decidimos crear una agrupación que fue APE (Agrupación Perón Evita)”, contó Marino sobre el inicio en la política, que le regalaría bastantes satisfacciones. En diciembre de 1993 Ricardo Marino ingresó al Concejo Deliberante de Patagones en el primer Gobierno de Lebed ocupando el cuarto lugar en la lista del peronismo. Claro, ésta no sería la única oportunidad, ya que renovó su banca en las elecciones de 1997, 2001 y la última vez en el 2005. Esto hace que en diciembre del 2009 Ricardo Marino cumpla 16 años consecutivos de concejal dentro del cuerpo y con esto llegarían las presidencias del cuerpo.
“Las presidencias en el Concejo Deliberante –contó Marino- llegan con el gobierno de Ramos en un acuerdo político, porque siempre el presidente sale de la lista ganadora”. De allí Marino fue presidente del Concejo Deliberante por diez años, cediendo dos veces por acuerdos políticos.

El balance

Marino habla pausado, y es una de sus características. Piensa mucho antes de responder y cuesta, a veces, sacarlo de la respuesta “de oficio”. Sin embargo en un momento de la charla su corazón de padre ablanda el discurso y da lugar al recuerdo del hijo muerto en un accidente. Una tragedia que, paradójicamente, lo llevó a impulsar dos proyectos que hoy son una realidad vital para nuestro partido: “Yo había pasado un momento muy difícil en la vida, como es perder un hijo y todo el mundo me miraba como con lastima. Yo quería superar eso, y si bien el dolor no se va, no quería ser una persona a la que le tengan lastima. Entonces un día estaba en la cama mirando televisión cuando llegaba el tren a Santo Tomé en Santa Fe y dije: ‘ese proyecto va a ser el que me saque de la situación que vivo’, y fue así porque de ahí surgió la idea de que el tren vuelva a Carmen de Patagones. “Una de las cosas que más me conmovió –recuerda- es el regreso del tren. Pero lo más importante que me ha sucedido en la vida, y que también surgió de esos días de dolor, es haber formado parte de la incorporación del partido de Patagones a la Patagonia argentina. Yo presenté el proyecto al Concejo Deliberante pero ya había distintas manifestaciones reclamando eso. En esto tiene mucho que ver Lebed, porque él ya había presentado el proyecto de Patagonia Bonaerense en la cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires. Con esos elementos me parecía oportuno presentarlo y también se le presentó ese mismo proyecto en una carpeta a quien entonces era gobernador de Santa Cruz y luego presidente de los argentinos, Nestor Kirchner”.

Algunos momentos de la charla no admiten otro formato que el de pregunta-respuesta.

- ¿Qué cosas recuerda de su vida política dentro del Concejo Deliberante?
- Del Concejo me quedan muchas enseñanzas, especialmente para aquellas personas que venimos de la universidad de la calle. Porque toda mi gestión ha sido en base a lo que uno aprende en lo cotidiano. Y sin desmerecer lo teórico es una escuela muy importante. A mi no me quedan resentimientos, si bien han ocurrido hechos dentro del municipio a mi no me quedan resentimientos. Al contrario, a esta altura de los acontecimientos uno quiere ser un poco docente y aunque no se lo pidan uno trata de manifestarlo igual y tratar de que las cosas vayan lo mejor posible. Hay quienes lo toman y quienes no lo toman. No veo cosas que me marquen para decir a esto no vuelvo más. Esto ha sido un aprendizaje
- ¿Y usted que cree que le va a dejar al Concejo?
- Pienso que van a quedar cosas importantes. Un hecho que marcó un hito en la historia fue lo que paso con el ex presidente del Concejo (Jorge Bustos) y la situaron de incompatibilidad que llevo al Concejo Deliberante a algo que yo no deseaba. Pero fuera de eso yo siempre he tratado de salir con acciones que lleven a priorizar las cuestiones que hacen a la mejor calidad de vida de la gente. No por el hecho de ser peronista tratar de imponer cosas. No quiere decir que uno no lo haya hecho pero ahora uno lo mira de otra manera. Yo quiero un Concejo Deliberante trabajando en las cosas que la gente necesita.
- Más allá de los resultados usted es alguien con peso propio dentro del peronismo local. Fue candidato en dos internas del justicialismo y perdió. ¿Qué cree que le faltó para que usted sea el hombre del peronismo?
- Siempre fui consciente de que, al ser un hombre de extracción gremial, no todos simpatizan con un dirigente gremial. Eso puede incidir. Seguramente he cometido errores; también tiene que ver con los recursos. Entonces el cúmulo de los errores, la falta de dinero a lo mejor la propuesta no era lo que se esperaba. Pero uno nunca pierde las esperanzas, como hombre de la política, de ser el hombre. Y si no es así, yo soy un agradecido porque el justicialismo me ha dado la posibilidad de ser concejal cuatro mandatos seguidos, 10 años presidente del Concejo, director de Producción y siempre militando dentro del justicialismo. Tengo la satisfacción de que Dios me iluminó para no apartarme nunca de las filas del justicialismo porque a veces las tentaciones son muchas. Gracias al peronismo pude estar en los lugares que hoy tengo.
- La última, ¿Qué es el peronismo para Ricardo Marino?
- El peronismo es un sentimiento, es algo que uno lleva, que hereda. Si no estuviera con los pobres no seria peronista. Yo soy peronista porque estoy del lado, sin desmerecer a los otros sectores, del pobre. Siempre trato de que mis acciones traten de ayudar a los que menos tienen porque son los que mas necesitan, y lo siento así lo viví desde chico.



Sayhueque el último cacique del Valle


Por Lorena Suárez



Baluarte de las razas originarias de estas tierras, previo a la colonización española primero y la militar después, Valentín Sayhueque se erige en el recuerdo como un símbolo de su raza.
Definido como el “último cacique manzanero” y jerarca absoluto de los huilliches (gente del sur) habitó junto a sus tribus del sur de la provincia del Neuquén y el norte de Río Negro a mediados del siglo XVIII.
Pero estos rasgos que lo emparentan e igualan con otros caciques cuyos nombres trascendieron a su tiempo como Calfucurá, Manuel Namuncurá, Pincén o tantos otros, Sayhueque puede diferenciarse también por la visión estratégica y política que tuvo cuando el “huinca” (hombre blanco) asomó en sus feudos primitivos para quedarse en las denominadas Campañas del Desierto.
Sayhueque intentó, con sus medios y limitaciones, aparearse con los blancos pero las intenciones no van siempre de la mano de la realidad y terminó combatiendo.
A pesar de la intención de negociar con los españoles, él y su gente, no sólo fueron despojados de sus tierras del valle, sino que fueron humillados para terminar en Chubut, en un frío pueblo que nada tenía que ver con sus otroras verdes dominios.
Nació, aproximadamente, en 1830 cuando Juan Manuel de Rosas ya presentaba su proyecto de lucha contra los aborígenes a la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. La idea de Rosas era avanzar hacia el sur del río Colorado y remontar el río Negro, es decir ingresar y dominar la Nación Mapuche.
El cacique nace en libertad, pero en un momento en que los colonizadores que gobernaban, o gran parte de ellos, no querían la integración de los originarios sino su exterminio, en nombre del avance de las fronteras y la civilización.
Sin embargo el cacique Chocorí, padre de Sayhueque, fue el primero en resistir esta invasión violenta.
Cuando las tropas de Rosas superaron el Sauce Chico, cerca de Bahía Blanca, y comenzaron la persecución del cacique, éste se refugió cerca del río Colorado llevando al pequeño Valentín en sus brazos.
A Chocorí lo mató el Coronel Sosa, en 1833, durante esa campaña.
En su juventud Sayhueque subió y bajó por las tierras que habían sido del dominio de su padre y comenzó a afianzar su poder. Tehuelches, araucanos, manzaneros, pampas, mapuches, todos reconocían su autoridad.
Ni Sayhueque ni su gente, realizaban malones contra los huincas, y además el cacique se consideraba argentino y elevaba el estandarte para diferenciarse de Chile.
Lo visitaron George Chaworth Muster, Foyel y Moreno. Le brindaron comprensión y respeto, pero a la vez llevaron al mundo del hombre blanco la visión de esa tierra de ríos, manzanas y piñones, hielos y lagos. Transmitieron la inconmensurable belleza del sur y marcaron caminos e informaron. Estos relatos despertaron el interés de comerciantes, gobernantes, terratenientes.
La lucha armada contra el indio tomaba forma y sentido.
Hasta poco antes de la “Campaña de Nahuel Huapi” –en 1881-, la población del país de las Manzanas era de unas 30.000 personas. Cuando se produjo el inesperado ataque comandado por el coronel Conrado Villegas, el cacique manzanero, que no había creído que pudiese ser atacado por el ejército argentino -de quien se consideraba aliado-, fue forzado a huir al sur con los demás caciques -Foyel e Inacayal-, abandonando tierra y animales.
Valentín Sayhueque, quien había sido nombrado por el entonces presidente Julio Argentino Roca como “Gobernador del País de las Manzanas, y su gente luego de varios años de resistencia errante por el sur de Río Negro y Chubut, diezmados por combates, hambre y frío, terminaron entregándose el 1º de enero de 1885 en el fuerte Junín de los Andes con 700 “lanzas” (guerreros) y 2.500 de “chusma” (viejos, mujeres y niños).
Conducidos a pie hasta Carmen de Patagones, fueron embarcados hacia Buenos Aires donde los caciques quedaron detenidos en El Retiro. Los hombres jóvenes fueron enviados a servir en las goletas de la marina de guerra o a Tucumán para levantar zafras. Las mujeres y los niños, separados de sus madres, fueron entregados a familias “de bien” seleccionadas por la Sociedad Nacional de Beneficencia, destinados para “servir”, ellas, o para ser “criados”, ellos.
Con las comunidades indígenas confinadas o desintegradas, sus territorios fueron vertiginosamente ocupados por nuevos propietarios.
Según Jacinto Oddone, las leyes dictadas con posterioridad a la “Conquista del desierto” enajenaron más de 34 millones de hectáreas, donde 24 personas recibieron parcelas superiores a las 200 mil hectáreas.
Los hijos de la tierra ingresaron, entonces, al túnel de la desintegración cultural.
A Sayhueque lo alojaron en Retiro donde pasó a ser, junto a su gente, un objeto de observación, precisamente en las fiestas de Carnaval. Los diarios de la época se hicieron eco de los sucesos. Lo fotografiaron, lo entrevistaron y lo vistieron de compadrito.
Se entrevistó con Moreno, con el Ministro de Guerra, con el Arzobispo, con el Presidente Roca. Pedía tierras para su gente. Un lugar para vivir en paz, un lugar para la dignidad.
El 1 de abril lo embarcan para la Patagonia, quedando en Buenos Aires, presos, los capitanes fieles, su hijo, su familia.
Lo llevan a Chichinales, cerca de la actual Villa Regina, donde estaba parte de su gente. Este es un destino transitorio, a la espera de las tierras prometidas, pero pasan así más de diez años.
En 1896 Sayhueque y su gente se acercan a las tierras asignadas. Son las lomas de unas sierras pedregosas, en Chubut, lejos de sus ríos y sus verdes.
Cuando se establecieron en el valle de Genua, ya la vida del cacique se apagaba.
Murió el 8 de septiembre de 1903 luego de que un ataque al corazón lo derrumbara durante una ceremonia ritual en Chubut. Lo asistió el salesiano Lino Carvajal, quien telegrafió la novedad al presidente Roca.

Agosto Dixit

Por Alejandro Azaroff
Durante agosto fueron varios los sucesos significativos que ocuparon lugares de privilegio en las tapas de los diarios.
Hüilliches ofrece un recorte de esos hechos a través de las palabras de sus protagonistas poniendo lo más característico de cada uno de esos temas que se instalaron en los medios y cómo fue reflejado por cada uno de ellos y por el testimonio de los protagonistas.

Inauguración del Consulado Boliviano de la Patagonia en Viedma – Cónsul General, José Alberto González Samaniego

“Nuestro país no está ardiendo; los que están ardiendo y están muy asustados son los grupos privilegiados, que en buena medida tienen la culpa de que hoy estemos acá (viviendo en la Argentina) y tuvimos que salir (de Bolivia) con una mano adelante y con otra atrás y emprender el dificilísimo camino que es desarraigarse y radicarse en otro lugar”. “Hay grupos que se están oponiendo a las intenciones del presidente Evo Morales de hacer un país más justo; lo que quiere él es que se termine la injusticia en Bolivia, pero el pequeño grupo de privilegiados, controla todo, incluso los medios de comunicación, y es el que se opone a que los indios y pobres tengan una oportunidad”.


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Ana Piccinini contra Flavors, el Ministerio de Familia y el sistema de Gobierno rionegrino


“Cuando a una empresa se le declara el fraude laboral, incurre en un delito que se llama evasión impositiva agravada y está castigado por la Ley Penal Tributaria; significa que vengo a denunciar a está empresa, que provee al Estado de alimentos preelaborados por ese delito para que la Jueza Mirta Filipuzzi evalúe las pruebas que le hemos traído y proceda a condenar a los directivos de la empresa a tres años de prisión, sin posibilidades de excarcelación”.
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“ Este rechazo al informe “in voce”, perjudica al pueblo, a mi parte; yo siempre voy a estar a favor de los intereses del pueblo, porque es un derecho que tiene el pueblo de exigírmelo y una obligación por mi parte de hacerlo. Si los legisladores me hubiesen escuchado, lo hubiese hecho el pueblo y esto es lo que se ha impedido, que el pueblo escuche analice y vea lo que yo investigue y diagnostique y las graves irregularidades que se están cometiendo en la política de menores, en la provincia de Río Negro, llevadas adelante por el Ministerio de Familia”.

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“Yo creo que el ministro se tiene que ir, lo mejor que podría hacer el Ministro Pega por los niños de está provincia es irse a su casa. Estamos hablando de una larga gestión totalmente deficiente y causa mucho daño, estamos hablando de chicos donde todos los programas que están en marcha para hacer que se desarrollen fuertes han fallado”


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Festejos por el Día del Niño en Carmen de Patagones en Plaza Villarino - Ángel Gabriel, 10 años, participó de los festejos

“Los festejos estuvieron divertidos, hubo muchos chicos, por lo menos mil, porque un señor que trabajaba ahí para ayudar al de la parroquia los contó mientras se hacia el sorteo. Sortearon juguetes de todas clases, pero al que le tocaba le tocaba, no importa que sea de nena o de varón, te tocaba y si no te gustaba se lo podías regalar a alguien que vos quieras. Dieron tortas, masitas, empanadas dulces y todo eso, después chocolatada. Había juego, pero por edades, de 0 a 6, de 7 a 9, de 10 a 12 y 13 a 15, yo jugué a la matanza, después a tirar la soga, después un tipo que ponía una pelota, era como los bolos, pero lo tenías que patear, tenías que tirar botellas con agua y el que las tiraba todas, veíamos que le daban premios.


Publicación de articulo en los medios locales y nacionales, sobre una menor que se habría filmado en una situación erótica con un chico dos años mayor que ella – Miriam Oses, Directora de la Escuela 1 de Viedma

“Les voy a comentar en forma general de que se trata este tema que salio en los medios un poco distorsionado. Sucedió que se le retiró a una alumna menor del establecimiento un celular por perturbar el normal dictado de las clases, en cuanto al contenido del video, está todo manejado en la fiscalía que entiende en la causa, en una cuestión extra escolar, que manejará la madre como responsable directa de la alumna, quien se encuentra cursando sexto grado y es menor”.

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“No podemos certificar de que se trata ese video, sinceramente no lo sabemos, los chicos vinieron con comentarios y esto sale a los medios como un hecho concreto y verdaderamente no sabemos cual fue la fuente de la información, pero lamento que haya salido así, porque no se han venido a informar y esta es una causa que nos escapa a nosotros. Sólo retuvimos el celular”.
-Huilliches - ¿Qué hay de cierto con respecto a las amenazas que usted habría sufrido?
-“Esa es una cuestión personal que también estoy manejando por fuera de la escuela”
-Huilliches - ¿existieron?
-“Bueno si, pero lo estoy manejando por fuera de la escuela, porque sucedió fuera de la institución”


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“Si quieren saber cómo va el tema y cómo fue abordado desde la institución, no tengo ningún problema en contarles, quería dejar en claro que están dadas las directivas para que se aborde la temática con la mayor responsabilidad y el compromiso que tenemos como docentes dentro de la institución y solicitarle a los padres y a la comunidad que tomemos el tema con responsabilidad y seriedad sobre todo cuando se trata de menores que están en plena formación”.








HUILLICHES