Hacia 1870, la pequeña villa ubicada al margen del río Negro, lo que hoy es capital, tenía unas pocas cuadras con modestas construcciones alineadas sobre las calles de tierra. Entre aquellas se encontraban los edificios de la gobernación, la policía, dos escuelas oficiales, una casa de juegos, un banco, oficinas de correo y telégrafos, además de algunos comercios.
Su escasa población estaba dedicada a tareas comerciales o administrativas. En el medio rural había un alto porcentaje de población indígena, cuya principal ocupación era la ganadería.
En este ambiente se radicaron los salesianos a partir de 1880, ocupando una manzana situada al frente de la plaza principal del pueblo, entonces llamada Vintteer, Alsina hoy, y allí levantaron poco a poco distintos edificios, y su sencillez arquitectónica marcaba identidad.
En la década del 80’ bajo las directivas de los salesianos Fagnano y Cagliero, comenzaron las obras. Lo que hoy es el Museo Salesiano, fue sede del Vicariato Apostólico de la Patagonia y de la Escuela de Arte y Oficios entre otros, y la torre hexagonal que sobresale del edificio alberga una campana y un reloj con cuatro cuadrantes que se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad.
La terrible inundación de 1899 dejo huellas imborrables en el pueblo y sus pobladores, quedando este totalmente destruido, los únicos edificios que resistieron fueron los construidos en la manzana salesiana, alguno de los cuales ya no existen dado que el progreso del lugar los ha reemplazado por otros.
La historia de la Manzana guarda el mérito de haber albergado el primer edificio salesiano, la primera iglesia de esta congregación, la primera biblioteca como así también el primer hospital, que estuvo a cargo del recordado Artémidez Zatti, admirado por los viedmenses, por su obra de bien y cuyo nombre lleva actualmente el hospital local.
La manzana histórica lleva en su vientre un accionar educativo y social que fue fundamental para la región, y el conjunto de edificios, construidos por la mayoría de obreros de origen italiano, forman parte de la cultura del lugar e integra el rico patrimonio histórico cultural de Río Negro, habiendo sido declarada lugar histórico Provincial el 11 de diciembre de 1975.
Vale recordar que en el año 2004 se reconstruyo la tradicional torre y el reloj del antiguo edificio del colegio salesiano, ubicado sobre la esquina de Colón y Rivadavia de dicha Manzana Histórica. Precisamente allí, en el hall de acceso, hay una inscripción que dice “bonorun artiun cultores” (cultores del arte bueno) la cual demuestra la voluntad de los viedmenses de cuidar su patrimonio y seguir considerando a la Manzana Histórica como una obra de arte y su conservación es fundamental para las generaciones futuras.
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